viernes, agosto 26, 2005
Sin resistencia
Devorado por el trabajo, entumecido y vencido, yace mi cuerpo gris, caído, marcado, mis ojeras se acrecientan y mi vista pierde su agudeza habitual. Ahí en esa oficina gris donde el estrés parece ser un síntoma de buena salud y dar órdenes es tan automático como respirar. Llamadas, clicks, mail tras mail, actualización, celular, computadora, teclas, dedos invisibles, letras que no tienen un destino nítido… termino acabado y en la noche Xun se presenta con más fuerza, abusa, llama, fuma, toma, reclama, golpea, patea, avienta, grita, llora y ríe. Cedo con más facilidad a sus encantos, no opongo mucha resistencia. Como Florentyna comienzo a reclamar menos y dejo que las cosas se sucedan hasta perderme en él. Las cervezas van, el humo viene, la música es cada vez más irreconocible, saludos, abrazos, chistes malos, personajes, mis manos tiemblan, tengo frío y no tengo bufanda, Hugo comparte, Alex ríe, Rocha baila y luego duerme, todo es un recuerdo borroso. Las escenas que se presentan son más difíciles de recordar. Golpeado a la mitad de la calle veo venir una patrulla, fotografías de edificios abandonados, música ochentera, bailes ridículos, mensajes por celular y nada más que golpes.
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3 comentarios:
bueno...
maldito xun me siguen doliendo los golpes. Espero se repita pronto jeje. Ha y no olvidemos los pierrotazos tampoco me he recuperado de esos.
jajaja cuando quieras... a dos de tres caídas.
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