miércoles, octubre 22, 2014

Palabras

No te voy a decir nada... Y así inicia. Se abrió la ventana, en el hoy, y un viento fresco entró por la ella por eso que se halla en el allá. Lleno. Llenó el cuarto. De lleno. Y luego él, torpe cual es. Miró y se miraron como en un espejo. Se dijo, dicen. Y hablaron, no ellos, los dos dobles. Hablando se habló. Juntos hicieron uno o medio o tres. Fueron fuego y el fuego fue fuego aquel que quema 'que madura, quemadura'. Y se quemaron. Queman. Y se ven, vieron, dicen ver. Vieron. Poeta. Lo suponía, pone, ponía. Pero nada. Qué más a quemada. Y las gotas, buscan. Allá halla haya el calor. Al final eres tan sencilla que me engaño y me muero por hacerlo tan complicado. Como este juego de palabras. AMS.

jueves, septiembre 11, 2014

Jamás


Jamás pensó que la noche terminaría de esa forma. Una serie de explosiones, muchas charlas y besos conectados.

Después, muchos vasos, muchos encuentros, kilómetros andados, autos y frentes destruidas. Por largos lapsos el monstruo, Jamás, salió victorioso, huyéndole a la implacable fuerza del amanecer, al implacable poder de un destino predestinado por su naturaleza ambivalente, por aquella tendencia al boicot que ya muchos colegas científicos habían leído en las estrellas. Aún así, Jamás decidió salir a cobrar lo que la noche le había prometido, a gastar hasta lo último que nunca tuvo, a volar sin alas, a prender los focos con la luz de sus ojos. A fundirse con la noche que él creía eterna. Encontrando simplemente el blackout.

Con el amanecer desaparecieron suavemente las piezas sobrantes de un cuerpo amorfo y poco a poco se dibujó en las sábanas un cuerpo fundido en dos tiempos, en dos espacios, en dos cielos distintos, en dos cuerpos separados, con la memoria quebrada y un poco de resaca. Despertó y desapareció.

Cuentan que en el crepúsculo lo han visto entre sombras, que la profecía ha prometido una venganza. Nada ha sido probado con certeza, ellos simplemente decidieron llamarlo, Jamás.

jueves, agosto 07, 2014

Lluvia

Nunca creí en algo como en la lluvia. Su paso siempre ha sido un augurio, generalmente de tristeza y pesadumbre, digna de su naturaleza. Tan silenciosa, tan constante, tan lluvia. Hoy abrí la ventana de madrugada, horas indignas para su presencia, y de la nada... apareció. Efímera pero contundente. Le ayudé con un par de gotas personales y la saludé mirándola a los ojos. Se confundieron mis lluvias con sus lluvias y te recordé. Otra vez.

(Queso)

viernes, junio 06, 2014

El peso de las partículas sobre el poder del puño. Uno es limpio, suave y contundente. Debe ser duro enfrentarse a él.  El otro, el otro, se come a cucharadas, sabe amargo y es casi imposible de tragar sin sentir al estómago revolcarse entre los otros órganos. El salivar justo después del asco. "No soy tan fuerte", pienso. "Ojalá sólo tuvieras que tomar una bala", ruego. "Son demasiados, son demasiados", lloriqueo. Siento el vómito caminar por mi garganta avisándome que no piensa dar ni un paso atrás. Aquí va.
La hora de las decepciones...
(y reclamos)
Venga
Una por una
¡Déjense venir!
Ya estoy listo
y sobre todo
Acostumbrado
Es la tarde casi noche del día 34. Te extraño. Entiendo la vida después. "It's just an afterlife".