A Jim lo apodaban Jimbo, su alter ego asesino. Así lo llamó por primera vez su mejor amigo: Jimbo el loco, Jimbo el borracho, el drogadicto que cantaba en el suelo del escenario.
Lo creyeron loco cuando su padre lo tiró de las escaleras, cayó de cabeza. Algunos dicen que enloqueció en la adolescencia cuando se perdió en el alcohol, otros, que fueron las drogas o la muerte, siempre tan cercana. De ninguna teoría se encontraron pruebas contundentes. La única verdad es que Jimbo nació Jimbo.
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