sábado, febrero 25, 2006

A long long nite...

El micrófono golpeaba una y otra vez el pecho de Manu, simulando el latir de su corazón. El sudor, el cansancio, los puños, los pies cansados y él seguía golpeando, tum, tum... tum, tum... El concierto fue una larga canción de ritmos unidos, el sonido de distintos lugares, de distintas voces y lenguas: español, inglés, catalán, árabe, francés, la voz de la pacha mama, el grito de tristeza y nostalgia, la guitarra de un pueblo abandonado, el frenesí de una pelea callejera, el recuerdo de las razas olvidadas, de los mayas, de los chichimecas del norte, de los mapuches, los incas, los celtas y los aborígenes africanos, de tantos recuerdos que gritan en la voz de ese Chao. Podríamos no concordar con sus palabras, pero su discurso es la música y nadie se quedó sin reclamar su mala vida o sentirse desaparecido o en soledad en medio de tanta gente.

2 comentarios:

El Terrible Funk dijo...

La verdad reconozco el geni del Sr. Manú Chao, pero como en su momento de apogeo de su primer disco me toco escucharlo diariamente durante una larguísima huelga en la UNAM donde los cegehacheros se lo apropiaron la verdad me trae malos recurados y prefiero evitarlo... ni modos....

Enigma dijo...

... ok, lo veremos en la proxima estacion, esperanza.

Saludos

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra